Friday, November 30, 2007

Inventando enfermedades.--Obispo informado.--

LA HOJA de mancuso 29-11-07

Inventando enfermedades
La industria farmacéutica, inventa enfermedades para luego vender los remedios que las curan.
Vean algunos procesos naturales, que son considerados enfermedades y medicados, con gran lucro para los laboratorios.
La calvicie, la timidez, la tristeza, la baja estatura, la pereza, la disfunción sexual femenina, el aumento de peso, la osteoporosis, la andropausia, la menopausia, el estrés, el tabaquismo, el embarazo, la celulitis, las pecas, las manchas, la impotencia pasajera, el síndrome de las piernas inquietas, el síndrome de déficit de atención en los niños y la hiperactividad infantil,
Todas "enfermedades" inventadas, que son medicadas, en muchos casos sin ninguna necesidad, y sin ningún resultado.

Obispo informado
El obispo yanqui, Richard Williamson, de la iglesia Católica, afirma que los ataques del 11 de septiembre de 2001, fueron cometidos por militares americanos, para que el público aceptase las invasiones a Afganistán e Irak, y podría suceder otro ataque interno para permitir la agresión a Irán.
El obispo considera que el calor de combustión del carburante de los aviones que chocaron a las torres no podría fundir las 47 columnas de acero que las sostenían, y que el objeto que chocó contra el pentágono fue un misil, ya que un avión no podría haber atravesado las 10 paredes que fueron destruídas.
¡Que experto el obispo!

1 comment:

Santiago Stucchi-Portocarrero said...

Indudablemente a la industria farmacéutica le favorece la proliferación de "nuevas" categorías diagnósticas en los manuales de clasificación médica.

Pero eso no debe llevarnos a generalizar hacia patologías establecidas desde tiempos inclusive anteriores a la farmacología. Tal es el caso, por ejemplo, de la depresión, que no es una simple "tristeza", y cuyas primeras descripciones vienen desde la época de Hipócrates. Además, la efectividad de los tratamientos antidepresivos tiene un respaldo demasiado amplio como para reducirlo a una mera manipulación de los laboratorios. Que existe, por supuesto, pero no a ese nivel.